La Comunidad Ecuménica Horeb – Carlos de Foucauld es una unión espiritual, más allá de espacio y tiempo, entre hermanos y hermanas seguidores de Jesús de Nazaret, que, en el carisma del hermano Carlos, vivimos de un modo especial la llamada al desierto, al “silencio interior”, ya sea en la ciudad o en lugares apartados con el ecumenismo, el diálogo interreligioso y el compromiso por la paz como misión.
Esta llamada especial no impide que vivamos en plenitud nuestro propio Nazaret (vida de familia, trabajo, compromisos sociales, políticos, sindicales y eclesiales) en favor de la justicia y de la solidaridad, o nuestra propia Palestina, predicando que el mundo que Jesús nos propone es posible, gracias al testimonio amical de la propia vida.
Llamada al desierto
La Comunidad Ecuménica Horeb – Carlos de Foucauld es una unión espiritual, más allá de espacio y tiempo, entre hermanos y hermanas seguidores de Jesús de Nazaret, que, en el carisma del hermano Carlos, viven de un modo especial la llamada al desierto, al “silencio interior”, ya vivan en la ciudad o en lugares apartados con la misión ecuménica, el diálogo interreligioso y el compromiso por la paz. Esta llamada especial no impide que vivan en plenitud su propio Nazaret (vida de familia, trabajo, compromisos sociales, políticos, sindicales y eclesiales) en favor de la justicia y de la solidaridad, o su propia Palestina, predicando que el mundo que Jesús nos propone es posible, gracias al testimonio amical de la propia vida.
Como Jesús en Nazaret! Si bien en el seguimiento evangélico de Jesús de Nazaret, en el carisma de Carlos de Foucauld, los hermanos y hermanas de la Comunidad Ecuménica Horeb, acentuamos con Jesús el tiempo de Desierto (oración, acogida, discernimiento), vivimos también con Jesús el tiempo de Nazaret (trabajo, compromiso social y eclesial) y el tiempo de Palestina (amistad, sanación y anuncio del Reino de Dios), con una vocación de intercesión ecuménica: Que las Iglesias, las Religiones y las Naciones se dejen conducir por el Espíritu de Jesús de Nazaret, Espíritu de Justicia, de Amor y de Paz.
Soledad, oración, acogida!
La Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld no es específicamente una comunidad eremítica, aunque es bien cierto que vivimos de un modo especial la dimensión del “desierto”, es decir, la soledad, la oración, la acogida, el discernimiento espiritual y el estudio, que cada cual concreta de una forma u otra dejándose llevar por la dinámica creativa del Espíritu que sugiere nuevas formas de vida evangélica según su particular contexto cotidiano. Allí donde quiera que se encuentre un hermano o hermana de la Comunidad Horeb debe significar para su entorno una ocasión de acogida amistosa y el reconocimiento de estar ante un hombre o mujer de oración cuya sabiduría suscita la conversión de los corazones.